domingo, 20 de enero de 2013
La Epilepsia y sus Complicaciones sobre las Encías
El uso de
anticonvulsivantes principalmente el grupo de la fenitoína puede causar algunas
alteraciones estomatológicas en pacientes que padecen de convulsiones, la más
conocida es la hiperplasia gingival.
Sin embargo, Meráz (1998),
encontró otras alteraciones como por ejemplo:
- Glositis migratoria
benigna
- Paladar profundo
- Rugas palatinas
prominentes
- Desmineralización e
hipoplasia del esmalte
- Caries
- Maloclusión
- Labios resecos
La hipertrofia gingival:
Es la complicación más
frecuente, casi en el 50% de pacientes que toman fenitoína la padecen.
Las primeras
manifestaciones aparecen luego de tres meses de tomar dicha medicación y
alcanza su máxima expresión entre el primer y el segundo año de tratamiento.
La hipertrofia gingival
junto a la hipertricosis facial, agrandamiento de la labios y nariz constituyen
la llamada fascie hidantoínica, que
permite reconocer a un paciente que presenta crisis epilépticas.
La hipertrofia gingival se
manifiesta clínicamente como un aumento de las papilas interdentales haciéndose
la encía más prominente, tendiendo a invadir la corona clínica de los dientes.
Provoca importantes
alteraciones estéticas, interferencias en la oclusión, trastornos fonatorios y deglutorios,
gingivorragias, malposición dentaria
En estas fotos podemos
apreciar dichas características y principalmente el agrandamiento a nivel del
paladar.
Tratamiento de la
hipertrofia gingival.
Consiste en el cambio de
antiepiléptico, logrando la remisión completa al cabo de 4-5 meses.
En la actualidad
encontramos en el mercado otros antiepilépticos con los que se puede evitar la
aparición de hipertrofia gingival.
Resulta fundamental una
correcta higiene diaria, el uso de clorhexidina, buches fluorados y controles
periódicos.
Cuando el desarrollo de la
hipertrofia es significativo se realiza tratamiento quirúrgico que consiste en
raspado y alisado radicular minusioso, gingivectomia y gingivoplastia.
¿Qué es una
Fístula Intraoral?
En la rama odontológica la fístula suele ser un canal (en la
mayoría de los casos es milimétrico) entre un proceso infeccioso (abceso) de
origen dental y el exterior. Se entiende por exterior al interior de la boca y
en casos menos comunes y más complicados, hacia la piel de la cara.
Le evidencia clínica de la fístula es una especie de
"punto blanco" o "grano (barro)" que al tocarlo elimina
pus.
Este "punto blanco" usualmente se produce luego de pasar por
un periodo de mayor dolor o inflamación de la zona. Al producirse la fístula
(es un canal) el pus acumulado en el interior es expulsado (no totalmente)
hacia afuera, descomprimiendo y aliviando la zona afectada.
La fístula es originada
(en su mayoría) por procesos infecciosos de origen dental: Caries profundas, fracturas dentales, periodontitis, tratamientos de conductos fallidos, etc.
La fístula no cura la infección, por tal motivo es necesario
concurrir al odontólogo para un tratamiento adecuado.
Usualmente, luego de producida la fístula y, habitualmente, la
asociación con un antibiótico produce la desaparición del absceso.
Esto no quiere decir que se haya curado o eliminado la causa del
proceso infeccioso. Luego se debe realizar un tratamiento adecuado a dicha causa:
Extracción dental, tratamiento de conducto, tratamientos periodontales, etc.
El paciente especial en Odontología
La forma ideal de
asistencia odontológica a pacientes discapacitados estaría estratificada en 3
niveles:
Nivel 1:
·
Asistencia en atención primaria.
·
Captación del paciente discapacitado.
·
Educación en salud bucodental a los responsables del paciente.
·
Evaluación del estado bucodental.
·
Evaluación de la conducta.
·
Establecimiento de un plan de tratamiento bucodental provisional.
·
Tratamientos odontológicos sencillos.
Nivel 2:
·
Asistencia especializada ambulatoria.
·
Reevaluación del paciente.
·
Tratamientos dentales complejos que no requieran anestesia general.
Nivel 3:
·
Asistencia odontológica hospitalaria.
·
Reevaluación del paciente.
·
Tratamientos dentales complejos que requieran anestesia general.
·
Tratamientos dentales en pacientes de alto riesgo médico.
El primer nivel lo
desarrollarían los equipos dentales de atención primaria, donde se evaluará la
conducta del paciente, la detección de la patología y se harán tratamientos
sencillos como exodoncias en dientes deciduos, limpiezas dentales y
obturaciones sencillas.
En el segundo nivel
se reevaluará la patología bucodental del paciente y donde se harán
tratamientos odontológicos un poco más complejos que no requieran de anestesia
general, solo manejo de conducta, restricción física y/o premedicación.
En el tercer y
último nivel se procedería a revaluar a los pacientes y a realizar tratamientos
complejos en pacientes con retraso mental severo que requieran de anestesia
general. También a pacientes discapacitados con alto riesgo médico.
El manejo de la
conducta pretende cambiarla cuando el paciente no sea colaborador, facilitando
así el procedimiento dental y la seguridad del paciente durante su atención.
Los Golpes en la Cara y sus Consecuencias
La cara es el punto más sensible y
vulnerable en el caso de recibir un golpe.
Los deportes de contacto pleno son los más
susceptibles de acabar con la cara “tocada”, pero no son los únicos (por
ejemplo: te puedes romper la nariz al caer al suelo de frente).
Son más trascendentes las lesiones del ojo,
las mas frecuentes se dan en los deportes de pelota, por contusión directa o
roce, aunque también puede generarlas el oponente con los dedos.
Los usuarios de lentes son especialmente
sensibles a los traumatismos oculares, porque existe además el peligro de la
introducción de un cuerpo extraño en el globo ocular.
Si el golpe se recibe cerca del ojo, y es lo
bastante fuerte, tendremos un bonito color morado durante unos días, no es más
que una contusión y no tiene más implicaciones.
Pero si el golpe se recibe en el ojo, siempre
hay que considerarlo grave.
Si el lesionado se queja de dolor en el
ojo, o incluso nota problemas de visión, hay que actuar de inmediato:
Deben taparse ambos ojos, ya que se
mueven sincronizadamente y el ojo sano obliga a moverse al otro, aunque este
tapado.
Si el golpe recibido hace sangrar la
nariz: Agua oxigenada empapando un algodón, se mete el algodón en los agujeros
de la nariz, se inclina la cabeza hacia atrás, y se espera a que cese la
hemorragia.
Si se nota fractura de cartílago de la
nariz, no debe intentar corregir.
Aplicar frio para evitar que se hinche en
exceso, y luego al hospital.
Si el golpe es fuerte y se nota que un
diente se mueve, hay que evitar tocarlo la situación en principio no es muy
urgente, pero debe acudirse a un dentista lo antes posible.
En caso de golpes tan “excelentes que uno o
mas dientes salen rodando por el suelo. Hoy en día se puede reimplantar.
El lesionado ha de morder una gasa o
algodón empapado en agua oxigenada, y los dientes se han de guardar en hielo lo
mas prisa posible.
Lesionado y “piezas sueltas” del mismo
han de ir al hospital, y si se actúa a tiempo es posible que se puede recuperar
la dentadura.
Salvo que se rompan por el golpe o
contra los dientes, en cuyo caso hay que ir al hospital para poner las suturas
oportunas, la situación no presenta mayores problemas.
Si se desencaja la mandíbula, no es tan grave,
pero es tremendamente incomodo para el lesionado.
Si se vuelve a colocar en su sitio por si
misma, no es necesario hacer nada mas.
En los niños, la cabeza es
proporcionalmente mucho mas grande que el resto del cuerpo en comparación con
los adultos, por lo cual, en caso de caída, la cabeza es el “blanco” mas
expuesto.
El centro de equilibrio en los niños todavía
no esta completamente establecido debido al rápido crecimiento y a la postura
“arqueada” de la columna vertebral.
Los niños no evalúan las consecuencias de sus
acciones, actúan por impulso y crean situaciones peligrosas, como las que se
generan l correr con un lápiz en la boca o con tijeras en la mano.
En primer lugar, decir que un puñetazo o
golpe realizado en la cabeza o rostro de una persona puede ser susceptible de
causar lesiones o daños físicos de diversa índole, siendo la muerte el más
grave de ellos.
Una de las circunstancias más claras en las
cuales podría darse la muerte aquella en la que el impacto se produzca en una
de las zonas vulnerables de la cara o cabeza.
Otra de las circunstancias, en las que
puede haber resultado de muerte tras un golpe en la cara o cabeza, es el caso
de un puñetazo capaz de producir una sacudida violenta de la misma.
Al ocurrir el impacto del puño, éste
golpea contra el cráneo debido a su relativa inercia, el cerebro se acelera después
de haber recibido el golpe, esto causa un desplazamiento del cerebro en
relación con el cráneo.
Los Respiradores Bucales y sus Implicaciones
El niño respirador
bucal constituye una entidad clínica que posee varias aristas, que produce
alteraciones fisiológicas que pueden afectar progresivamente su desarrollo
físico y psíquico.
Su detección y corrección
depende de la oportuna intervención de un equipo multidisciplinario, que
incluye al pediatra del niño, al otorrinolaringólogo infantil, fonoaudiólogo,
odontólogo, etc.
La respiración
bucal, propicia un terreno para que exista un aumento de las secreciones en las
vías aéreas superiores y que a su vez favorecerá la alteración de la
funcionalidad de los oídos, de los senos paranasales y con frecuencia
desencadene crisis obstructivas bronquiales a repetición.
Todo niño que
respire por la boca ocacionalmente, intermitente o perenne es un respirador
bucal, ya sea por causas obstructivas, por hábitos o por anatomía.
Síntomas más frecuentes del
respirador bucal:
Ø
Tos seca
Ø
Tos nocturna
Ø
Incapacidad respiratoria
Ø
Apneas obstructivas del sueño
Ø
Transtornos en el desarrollo del macizo facial (paladar estrecho y
hundido, mandíbula elongada)
Ø
Deglución atípica
Ø
Dientes mal implantados
Ø
Sinusitis
Ø
Otitis, etc
Las causas más comunes que
provocan respiración bucal:
Ø
Hipertrofia adenoidea y/o amigdalina
Ø
Rinitis
Ø
Alergias
Ø
Desviación del tabique nasal, etc
En caso de
respiradores bucales de larga duración, se ha observado apatía y dificultades
de comprensión con retraso escolar.
También puede haber
transtornos digestivos y perturbaciones de la nutrición, puesto que al respirar
por la boca, el paciente tritura deficientemente sus alimentos y deglute antes
de tiempo.
Es frecuente que las
maestras detecten que los niños que “escuchan poco” ya que son niños que
aparentemente no prestan atención y molestan en el aula.
Esos son niños
requieren atención médica para descartar transtornos de la audición secundaria
a esta causa o de otro origen.
Los niños
respiradores bucales pueden presentar alteraciones posturales como los hombros
caídos, tórax hundido y menor respuesta a actividades físicas comunes.
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