domingo, 20 de enero de 2013

Los Respiradores Bucales y sus Implicaciones




El niño respirador bucal constituye una entidad clínica que posee varias aristas, que produce alteraciones fisiológicas que pueden afectar progresivamente su desarrollo físico y psíquico.

Su detección y corrección depende de la oportuna intervención de un equipo multidisciplinario, que incluye al pediatra del niño, al otorrinolaringólogo infantil, fonoaudiólogo, odontólogo, etc.

La respiración bucal, propicia un terreno para que exista un aumento de las secreciones en las vías aéreas superiores y que a su vez favorecerá la alteración de la funcionalidad de los oídos, de los senos paranasales y con frecuencia desencadene crisis obstructivas bronquiales a repetición.

Todo niño que respire por la boca ocacionalmente, intermitente o perenne es un respirador bucal, ya sea por causas obstructivas, por hábitos o por anatomía.

Síntomas más frecuentes del respirador bucal:
Ø  Tos seca
Ø  Tos nocturna
Ø  Incapacidad respiratoria
Ø  Apneas obstructivas del sueño
Ø  Transtornos en el desarrollo del macizo facial (paladar estrecho y hundido, mandíbula elongada)
Ø  Deglución atípica
Ø  Dientes mal implantados
Ø  Sinusitis
Ø  Otitis, etc

Las causas más comunes que provocan respiración bucal:
Ø  Hipertrofia adenoidea y/o amigdalina
Ø  Rinitis
Ø  Alergias
Ø  Desviación del tabique nasal, etc

En caso de respiradores bucales de larga duración, se ha observado apatía y dificultades de comprensión con retraso escolar.

También puede haber transtornos digestivos y perturbaciones de la nutrición, puesto que al respirar por la boca, el paciente tritura deficientemente sus alimentos y deglute antes de tiempo.

Es frecuente que las maestras detecten que los niños que “escuchan poco” ya que son niños que aparentemente no prestan atención y molestan en el aula.
Esos son niños requieren atención médica para descartar transtornos de la audición secundaria a esta causa o de otro origen.

Los niños respiradores bucales pueden presentar alteraciones posturales como los hombros caídos, tórax hundido y menor respuesta a actividades físicas comunes.

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