miércoles, 14 de noviembre de 2012

Blanqueamiento Dental

¿Cómo funciona?
Ésta técnica no consiste en un “blanqueamiento” del diente propiamente dicho, sino en un aclaramiento, ya que no se altera el color propio del diente.
El color de un diente viene determinado, desde que nacemos, por la tonalidad del núcleo del diente (dentina) y por la transparencia y capacidad de refracción de la luz por el esmalte.
El color del núcleo no se altera, sin embargo, con el tiempo el esmalte se va tiñendo a base de sustancias colorantes como pueden ser el tabaco, los pintalabios, el café, el té, el tomate, pigmentos químicos, bebidas de cola, uso de determinados medicamentos, etc.
En consecuencia, el blanqueamiento dental consiste en eliminar del esmalte, por medio de sustancias químicas, todas aquellas partículas que alteran su color original.
Nosotros somos partidarios de que sea el profesional quien marque las pautas en función de la tinción existente. En general creemos que los procedimientos más idóneos para cada paciente deben elegirse en función del diagnóstico, el cual se realiza tras un examen de los dientes y una historia clínica adecuada.
Tipos de blanqueadores
Básicamente los blanqueadores utilizados son 2: el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida, ambos en concentración variable.
El peróxido de hidrógeno es más potente y eficaz, pero resulta a veces en un exceso de sensibilidad en los dientes tras el tratamiento.





El primero de ellos suele emplearse a concentraciones entre 35 y 38% para realizar blanqueamientos de 1 ó 2 sesiones en la clínica dental. Al ser un agente tan potente, el tratamiento ha de llevarse a cabo en la clínica para controlar su efecto y evitar riesgos; el segundo se emplea a concentraciones entre un 2 y un 10% para un tratamiento ambulatorio (en casa).

El tratamiento en la clínica es eficaz a priori, pero su efecto es poco duradero, ya que la primera sensación de aclaramiento se produce debido a una deshidratación del diente. A los pocos días, el diente se vuelve a hidratar y recupera casi por completo su estado original. Por el contrario, el tratamiento ambulatorio consigue el efecto más paulatinamente, sin embargo su acción puede prolongarse en el tiempo durante años. Lo más efectivo es combinar ambos tratamientos y aplicar dosis de refuerzo cada 2 o 3 años para mantener el resultado.
Tiempo del tratamiento 
En una primera visita se realizan unas réplicas de la boca del paciente, a partir de las cuales se confeccionarán unos moldes de plástico transparentes, que se adaptarán a los dientes y albergarán el gel blanqueador. Una vez hechos los moldes el blanqueamiento se realiza en 2 fases, una fase en la consulta y otra en casa:
1ªFASE
En esta primera sesión se realiza un pulido de la superficie de los dientes para eliminar impurezas. A continuación se aplica un gel de peróxido de hidrógeno al 35% durante 30 minutos. Esto produce un aclaramiento inicial importante.
2ªFASE
El mismo día se le entrega al paciente el molde de plástico y una jeringa de gel de peróxido de carbamida (3-10%). A partir de este momento el tratamiento continúa en casa. El paciente debe aplicar el gel en el molde y colocarse este último en los dientes. Se recomienda llevarlo unas 2 horas al día durante 7-10 días. Al finalizar el tratamiento re revisa el estado y el color de los dientes, comparando mediante fotografías y una guía de colores el resultado obtenido. Se concluye con un pulido de los dientes y una aplicación de flúor para reforzar el esmalte.
Eficacia: ¿Funciona? ¿Vale para todo el mundo?
La eficacia del tratamiento es proporcional al grado de tinción de los dientes que han sido oscurecidos a lo largo de los años por sustancias colorantes. El tratamiento resulta menos eficaz, e incluso inútil, en dientes oscurecidos por alteraciones intrínsecas, como ingesta de tetraciclinas durante la infancia, hipoplásias congénitas de esmalte, etc.
Es el profesional quien debe determinar que paciente es apto para someterse a un blanqueamiento dental.

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