El término tercera
edad hace referencia a la población de personas mayores, generalmente de 65
años o más.
Este grupo de
personas se encuentra en aumento en la pirámide de población o distribución por
edades en la estructura de la población: La baja tasa de natalidad y la mejora
en la calidad y la esperanza de vida son las causas principales de este hecho.
Según recientes
investigaciones, una dieta alimenticia rica en vitaminas, más actividad física
y mejoras en las condiciones del medio ambiente diario, extenderían el promedio
de vida del ser humano a 120 años, con una amplia conservación de las aptitudes
mentales.
Esta evolución
también se ve reflejada en el creciente interés de este grupo de pacientes no
sólo en mantener una salud bucal que les permita una buena alimentación, sino
también en una marcada tendencia hacia lo estético.
La mayoría de estos
pacientes se presentan a la consulta en situaciones comprometidas, tales como
enfermedad periodontal avanzada, movilidad de piezas dentarias, procesos
cariosos que afectan la integridad de dichas piezas, y en muchos casos ausencia
total o pérdida inminente del sistema dentario.
Generalmente estas
situaciones límites son consecuencia de falta de prevención, inadecuada higiene
dental o tratamientos odontológicos fracasados.
Muchos de estos
pacientes son portadores de prótesis removibles, las cuales en ocasiones se
presentan desadaptadas, produciendo no sólo alteraciones en la masticación y la
fonación, sino también comprometiendo la integridad de las piezas dentarias y
generando reabsorciones óseas en los maxilares.
El advenimiento de
los implantes dentarios y de las técnicas de regeneración ósea han permitido
resolver estos casos exitosamente.
A partir de un
diagnóstico preciso, y gracias a los estudios tomográficos que permiten obtener
una imagen exacta de los maxilares en cuestión y realizar la cirugía de
implantes en forma virtual a priori, es posible planificar estos tratamientos y
obtener resultados plenamente satisfactorios.
El procedimiento es
de tipo ambulatorio y consiste en la colocación simultánea de los implantes
dentarios, con el uso de anestesia local y la instalación de una prótesis fija
temporaria.
Posteriormente y una
vez óseointegrados los implantes, al cabo de aproximadamente dos meses, se
procede a remover dicha prótesis y a reemplazarla por una prótesis definitiva.
El postoperatorio es
indoloro y breve.
Este tratamiento
genera en los pacientes una sensación de felicidad, ya que permite recuperar
los beneficios funcionales y estéticos de las piezas dentarias propias.
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